Independientemente de la calidad, rigor histórico u opinión que nos pueda producir el visionado de dicha cinta, hay que admitir que quien se encargó del vestuario se documentó bastante bien, y consiguieron un atrezzo muy correcto.
Se nota en detalles como la exposición de dos tipos de capacetes, el de cuero y el metálico. Que es algo que se menciona en las crónicas de Muntaner y de Desclot.
1 comentario:
Coincido contigo en cuanto a los vestuarios. Para mi la película peca de lo que pecan casi todas las películas que pretenden adaptar un libro: se quedan cortas. Con Tirant la cosa si se hace bien da para un par o puede que hasta tres películas.
Un saludo,
Kilian
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